Como se recuerda, el pasado 15 de enero se reportó un derrame de crudo en el mar de Ventanilla, producto del fuerte oleaje registrado en la costa peruana, tras la erupción de un volcán submarino en Tonga, Oceanía.
La Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) informó que extensión de la zona afectada por el derrame de petróleo en la refinería La Pampilla, operada por Repsol, es de 1 millón 739 mil metros cuadrados.
“Al día de hoy, la extensión del área afectada para el componente suelo (franja de playa-litoral) es de 1 739 950.9 m2 y para agua (mar) es de 1 186 965.8 m2. Se ha considerado la línea de costa, desde la refinería La Pampilla (Ventanilla) hasta la playa Peralvillo (Chancay)”, indicó la OEFA.
Esta contaminación ambiental no solo ha perjudicado a los pescadores y sus familias, sino también a las decenas de aves y especies marinas que habitan en estos lugares. Muchos de estos animales han sido rescatados oportunamente; sin embargo, otros todavía requieren ayuda.
En ese marco, diversos grupos y asociaciones ciudadanas se han unido para apoyar en este desastre ambiental que, según Repsol, no es responsabilidad de ellos, sino de la Marina de Guerra, que no les avisó a tiempo sobre los oleajes anómalos.
Oportunismo
Tras el desastre ecológico por el derrame de petróleo no solo aparecieron diversos grupos, asociaciones y ciudadanos para apoyar con la tragedia, también aparecieron un grupo de congresistas que aprovecharon la oportunidad y se presentaron con su pancarta pidiendo nueva Constitución y Asamblea Constituyente.
Usuarios critican actitud oportunista de los congresistas de Perú Libre
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