La economía peruana registró un crecimiento acumulado de 3.33% durante el primer semestre del 2025, según informó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Este resultado fue impulsado principalmente por los sectores servicios, manufactura y comercio, que en conjunto explicaron cerca de un tercio del crecimiento registrado en ese periodo.
Dentro del sector servicios, uno de los de mayor peso en el PBI, destacó el dinamismo del rubro transporte, almacenamiento, correo y mensajería, con un crecimiento de 6.17%. En particular, el transporte aéreo experimentó un aumento de 9.63%, motivado por un alza del 8% en el traslado de pasajeros, tanto a nivel nacional —con destinos como Lima, Cusco, Arequipa, Iquitos, entre otros— como internacional, con mayor demanda hacia ciudades como Santiago de Chile, Madrid y Sao Paulo.
El sector manufactura también mostró un avance importante de 3.1% en el primer semestre. Este crecimiento se explicó por el buen desempeño tanto del subsector fabril primario (5.75%) como del no primario (2.1%). Entre las ramas con mejor desempeño figuraron la elaboración y conservación de productos hidrobiológicos (27.5%) y la refinación de petróleo (10.3%). Sin embargo, algunas industrias, como la de metales preciosos (-6.4%) y la producción de azúcar (-8.1%), mostraron retrocesos.
Por su parte, el comercio registró un crecimiento de 3.2%, destacando el incremento en el comercio automotriz (5.2%) gracias a campañas promocionales como “Salón Motor Perú 2025” y “La Gran Expo Truck del Mega Puerto de Chancay”. El comercio minorista también se benefició del aumento de la demanda de productos de primera necesidad y de combustibles, con un repunte en ventas en supermercados, minimarkets y tiendas de conveniencia.
Otros sectores que también contribuyeron al resultado del primer semestre fueron construcción (5.2%), agropecuario (3%), pesca (5%) y minería e hidrocarburos (1.5%). Estas cifras reflejan una recuperación importante frente al estancamiento económico del año anterior, pero también revelan ciertas vulnerabilidades.
A pesar del sólido desempeño en la primera mitad del año, el INEI alertó sobre una desaceleración en junio. Aunque la producción creció ese mes 4.52% en términos anuales, al eliminar el efecto estacional se observó una caída de 0.21%, lo que sugiere un enfriamiento de la economía que podría prolongarse en los próximos meses si no se toman medidas para incentivar la inversión y el consumo.










