La situación que están pasando los argentinos es de no creer, y es que debido a la crisis económica que ha generado la pandemia por COVID-19, se han visto en la necesidad de recurrir al trueque de prendas de vestir, juguetes o electrodomésticos por alimentos que necesitan para el día.
El intercambio de bienes y servicios ha sido una estrategia de supervivencia que se ha usado a principios de siglo en Argentina, y hoy en día los ciudadanos realizan este cambio de pantalones de niños por dos leches, un pulóver por pañales, pantalones deportivos infantiles por tres paquetes de azúcar, una leche por un detergente y fideos por camisetas ante una inflación interanual de 51.8% en julio pasado, la caída del empleo y una pobreza que del 42% en el 2020.
“Las chicas, en general, cambian productos, ropa, calzado por mercadería. Muchas, por comida y alimentos no perecederos, que es lo que en este momento ellas necesitan para su hogar”, reveló Elizabeth Romero, administradora del grupo de trueque “Fe y Esperanza”.
Ese grupo recibe a 150 mujeres que son madres solteras o no tienen trabajo a las afueras del Hospital Germani, en la provincia de Buenos Aires, para poner sobre una manta en el suelo los productos que tienen para intercambiar.
“Llevan la comida para el día”, cuenta Romero, indicando que los encuentros eran tres veces por semana hasta el mes de julio. Sin embargo, subieron a cinco días por semana desde agosto.