El Banco Central de Reserva (BCR) continúa avanzando hacia la implementación de una nueva moneda digital peruana. Esta iniciativa buscaría ayudar a las personas no bancarizadas del país, según autoridades de la institución. Por eso, el economista Guido Pennano conversó con Exitosa y analizó si esta medida presentaría más beneficios que inconvenientes.
¿Cómo está evolucionando el desarrollo de esta iniciativa?
El BCR comenzó a crear una nueva moneda digital peruana, también conocida como moneda digital centralizada, hace algunos años. El banco argumentó la necesidad de implementar esta medida para incentivar la bancarización de sectores que no forman parte del sistema financiero.
“Vemos una moneda digital centralizada como una solución para las personas no bancarizadas. Si tenemos un registro de todas sus transacciones, les será más fácil acceder al crédito. Hemos visto muchas empresas fintech que quieren acceder a esta información”. dijo el presidente del BCR, Julio Velarde.
Según los últimos desarrollos, la fase de investigación ha terminado y arroja cifras relacionadas con su público objetivo. Según esto, los usuarios no bancarizados suelen tener entre 41 y 64 años, pero no hay diferencias por género. Sin embargo, de su estatus laboral, el 95,7% son trabajadores informales.
¿Tiene futuro?
Al respecto, el especialista Guido Pennano conversó con Exitosa y analizó cómo esta moneda impactaría en la economía peruana de concretarse. En ese sentido, afirmó que hay dos grandes argumentos que el BCR está pasando por alto.
Por un lado, sostiene que este proyecto no ayudaría a aumentar el número de bancarizados, pues si las personas no son parte del sistema financiero es porque asistir a los centros financieros es una experiencia percibida negativamente para los peruanos. A esto, agrega que existe una gran desconfianza hacia estas instituciones en el país.
“La gente no está bancarizada porque no le gusta ir al banco en Perú, es por tener que pagar comisiones y más comisiones. (…) No tengo idea con qué varita mágica van a crear la moneda digital para que la gente confiarán en él si ni siquiera confían en el sistema financiero. La gente quiere su efectivo en la mano”, agregó.
Por ello, aseguró que, para él, el proyecto “no tiene futuro”. Así, los ciudadanos estarán a la espera de la evolución de la nueva moneda digital peruana por parte del BCR, pues significaría un gran cambio en la economía del país.
El BCR ha estado investigando la factibilidad de emitir una moneda digital, que sería la versión digital de la moneda de curso legal, el sol, desde hace varios años. En enero de este año, el banco entregó información sobre este análisis y la semana pasada publicó un informe de avance.
Cabe señalar que una Moneda Digital del Banco Central (CBDC) es dinero soberano emitido por el banco central en formato digital, que puede ser mantenido en cuentas o a través de representaciones denominadas tokens (representaciones digitales con valor). Las CBDC pueden crearse para pagos entre entidades financieras (mayoristas) o para uso de particulares y empresas (minoristas), siendo este último el campo que genera mayor interés, especialmente en países emergentes.
En el estudio “Promoviendo los Pagos Digitales en Perú”, lanzado recientemente, el BCR informa haber completado una primera fase de investigación. Reconoce la situación actual de los peruanos bancarizados y no bancarizados, siendo estos últimos el principal objetivo de una CBDC.
¿Cuál será el público objetivo inicial de la moneda digital?
Específicamente, el BCR busca promover la inclusión financiera en el país. La entidad asegura que Perú aún se encuentra en la transición de una economía basada en efectivo a una orientada a pagos digitales.
Además, fue debido a la reciente pandemia de covid-19 que el uso de billeteras digitales o la masificación de los métodos de pago sin contacto ganaron aún más fuerza en todo el mundo. La pandemia aceleró la adopción de estas tecnologías a medida que las personas se volvieron más conscientes sobre la posible propagación del virus a través de transacciones en efectivo o contacto físico con terminales de pago.
Como resultado, cada vez más empresas comenzaron a aceptar pagos digitales y tarjetas sin contacto, y los gobiernos y las instituciones financieras comenzaron a promover estos métodos de pago como una alternativa más segura y conveniente al efectivo. Es probable que esta tendencia continúe incluso después de que la pandemia disminuya, ya que los beneficios de los pagos digitales se han vuelto más evidentes tanto para los consumidores como para las empresas.