Para ganarse los votos de los electores o para mentirles, se valen de todo los políticos, y uno de los ejemplos más grandes es del finado expresidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, quien al ver que al ver que había un sector de la población que no lo aceptaba, cambió de discurso a poco de las elecciones.
Sin embargo, todas las promesas que hizo como respetar la Constitución, la libertad de opinión y prensa, la libertad de empresa, fueron abolidas en su gobierno ocasionado la crisis económica y humanitaria en poco tiempo en su país. Nicolás Maduro continúa con su legado mientras millones de venezolanos siguen lamentado haber creído en sus discursos populistas, demagógicas y mentiras.
Un similar escenario, se dio ayer en la reunión que sostuvo Verónika Mendoza representando a Juntos por el Perú y Pedro Castillo por parte de Perú Libre para firmar un acuerdo entre ellos que supuestamente respetarán de llegar al gobierno en las elecciones del 6 de junio.