Un informe del programa ‘Beto a Saber’, reveló la crisis que atraviesa el Grupo El Comercio, luego que un accionista minoritario emitiera un pronunciamiento acusando al directorio de de manipular información y venderse al gobierno de turno.
Alois Miró Quesada, uno de los accionistas del conglomerado, desmintió las afirmaciones de Gabriel Miro Quesada Bojanovich, director del diario El Comercio, en un comunicado público donde aseguró que José Graña Miro Quesada, sentenciado por corrupción por el caso ‘Club de la Construcción’ tenga solo un 2 % de acciones, debido a que posee un 12% y que gracias a él son vistos como una empresa a los servicios de la corrupción y del Estado.
Ante ello, Pedro García Miró, extrabajador del medio y también accionista minoritario, respaldo la posición de Alois y aseguró que la redacción de El Comercio le da «asco» y que se han convertido en un «periodicucho» que se vende al gobierno de turno.
“El problema hay que sacarlo de raíz. La redacción de El Comercio da asco. Nos hemos convertido en un periodicucho. Le lamieron el cu.. a Toledo, Humala, García, PPK, Vizcarra, y ahora Sagasti. Han apoyado a cada uno de ellos para que lleguen a la presidencia. Se tapan las verdades sobre las vacunas y todas las noticias son encuestas manipuladas. Es un asco!”, se lee en correo de García Miró del pasado 23 de marzo.
Asimismo, consideró que el problema no es José Graña, debido a que El Comercio no ha atacado la corrupción porque tiene rabo de paja. “Si la hubiese atacado, Odebrecht no habría entrado al Perú”, precisó en su mensaje.
Carta de Alois Miró Quesada
Hola a todos, en especial a ti, Gabriel. Espero que estén muy bien
Quería comentarles un par de puntos que considero relevantes e importantes para nuestra empresa.
Como ya saben, venimos perdiendo valor patrimonial considerablemente, por un tema de credibilidad, ya que somos vistos como una empresa a los servicios de la corrupción y del Estado. Lamentablemente no es ajeno a mi memoria, ya que desde muy chico vi en la empresa prácticas muy deshonorables de cómo se robaban y traicionaban entre primos y no lo digo yo, lo sabe todo el Perú. Creando así una atmósfera de odio, resentimiento y distanciamiento entre primos, lo cual, felizmente, ya no se vive en mi generación.
Ahora, por culpa de un accionista que, cegado por la plata y el poder, no le bastó solo el gobierno de Alejandro Toledo si no que siguió sus malas prácticas hasta el gobierno de Martin Vizcarra; dejando unos 55 mil millones de sobrecostos en obras, haciendo más pobre al Perú y dejando en miseria y hambruna a miles de familias. Y claro, también destrozando nuestras marcas y patrimonio, que le servían como escudo protector para toda su corrupción.