Luego de que un ciudadano venezolano muriera aplastado por un elevador dentro de una empresa textil en San Juan de Lurigancho, su sobrino dio detalles de la explotación laboral que sufría José Antonio Torres Navarro.
De acuerdo con el pariente del occiso, su tío ganaba 220 soles semanales en un horario mayor al establecido.
“Lo que ganaba semanal era 220 soles por un horario de trabajo de más de 13 horas, él cargaba mercadería, cosía, trabajaba la textilería”, relató a Panamericana Televisión.
Asimismo, a pesar de que el terrible suceso ocurrió el pasado jueves 19 de diciembre, la empresa no le ha brindado ninguna respuesta.
“El accidente ocurrió a las 5 de la tarde del 19 de diciembre y no he tenido ningún contacto directo con encargado, gerente, dueño del establecimiento del taller donde él trabajaba”, comentó indignado el ciudadano.
El obrero venezolano deja en la orfandad a su hijo, quien aún no nace. Su esposa y sus familiares piden justicia y que los culpables asuman su responsabilidad.
Por su parte, la empresa fue clausurada temporalmente, mientras que Sunafil realiza una inspección dentro de la fábrica.
Por su parte, su compañero, identificado como Leider Castillo Fernández, quien resultó herido de gravedad, permanece en cuidados intensivos en el hospital 10 de octubre.
Como se recuerda, el terrible suceso ocurrió cuando el hombre subía costales de tela en un ascensor que siempre presentó fallas técnicas, pero nunca fue reparado. De acuerdo a la empresa, este ascensor sólo servía como transporte de carga.
“Este ascensor solamente servía para la descarga de carga el personal. Llenabas la mercadería, subías por la escalera o bajaba por la escalera y se hacía la descarga”, comentó.