El último viernes 25 de marzo un joven, identificado como Adrián (22), fue sorprendido robando frutas en los puestos del mercado de Sangani, ubicado en la provincia de Chanchamayo en Junín.
Fueron los mismos comerciantes de la zona quienes detuvieron al joven y recurrieron a la famosa ‘justicia popular’. Ataron las manos del individuo y comenzaron a golpearlo a correazos para darle una lección.
“Nosotros llevamos (a los delincuentes) ante el Serenazgo y la Policía, pero los sueltan”, dijo molesto uno de los comerciantes.
Al enterarse del linchamiento de Adrián, su madre llegó a la zona para tratar de auxiliar a su hijo. Sin embargo, nada podía hacer para contener la ira de los comerciantes y vecinos de la zona.
Con lágrimas en los ojos, la señora presenciaba cómo azotaban a su hijo en el mercado. Fue ahí cuando decidió meterse pese al riesgo de que le cayeran los azotes.
Al ver a la madre involucrada, uno de los comerciantes, que golpeaba con ira al muchacho, detuvo los ataques para no lastimarla, pero criticó a la señora por no haber inculcado valores a su hijo.
“Nunca más va a venir por acá, esa es mi promesa, por favor. Yo también les pido perdón, que nos disculpen”, rogaba entre lágrimas la desconsolada madre.
“¿No te da vergüenza que tu madre pida perdón por ti?”, preguntaba uno de los mercaderes a Adrián.
Finalmente, los comerciantes detuvieron el castigo y le dieron una oportunidad al joven, quien prometió incansablemente que no volvería a robar.
“Que este castigo te sirva de ejemplo”, le advirtieron.