Geoffrey Hinton, considerado el “padrino” de la inteligencia artificial (IA) por sus aportes a esta disciplina, ha anunciado su renuncia a la vicepresidencia de Google, donde trabajaba desde 2013. El motivo de su decisión es poder expresar con más libertad sus preocupaciones sobre los riesgos y los desafíos que plantea la IA para el futuro de la humanidad.
Hinton, de 74 años, es uno de los creadores del aprendizaje profundo, una rama de la IA que permite a las máquinas aprender de forma autónoma a partir de grandes cantidades de datos. Esta tecnología ha revolucionado campos como la visión artificial, el reconocimiento de voz, la traducción automática o el diagnóstico médico.
Sin embargo, Hinton también es consciente de los problemas éticos, sociales y políticos que puede generar la IA, especialmente si supera la inteligencia humana. En una entrevista con el diario The New York Times, Hinton advirtió que la IA podría crear una realidad distorsionada, en la que las personas no podrían saber qué es verdad y qué es mentira.
“La gente ya no podrá saber qué es verdad. Podremos crear imágenes y sonidos que parezcan reales pero que no lo son”, dijo Hinton. “Podremos crear personas virtuales que parezcan reales pero que no lo son. Podremos crear noticias falsas que parezcan reales pero que no lo son”.
Hinton también alertó sobre el impacto de la IA en el mercado laboral, en la privacidad y en la seguridad. Según él, la IA podría desplazar a muchos trabajadores humanos, invadir la intimidad de las personas y ser usada con fines maliciosos o bélicos.
Para evitar estos escenarios negativos, Hinton abogó por una regulación internacional de la IA, basada en principios éticos y humanitarios. También defendió la necesidad de educar a las nuevas generaciones sobre los beneficios y los peligros de esta tecnología.
“La IA tiene un gran potencial para mejorar la vida de las personas, pero también para causar mucho daño si no se usa con responsabilidad”, concluyó Hinton.