Betssy Chávez ha desaparecido, no se sabe nada de ella. Lejos de asumir su responsabilidad por haber avalado la huelga de 72 horas del Sindicato Unificado de Controladores de Tránsito Aéreo del Perú (Sucta) de la Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial (Corpac) –que dejó a miles de turistas varados y provocó millonarias pérdidas económicas al país, además del descrédito internacional– , la ministra de Trabajo no da la cara e, incluso, ha desactivado su cuenta en la red social Twitter.
Chávez, la ministra que hace apenas un par de semanas vociferó, muy oronda, “no tenemos miedo de dirigirnos al pueblo”, se ha hecho humo y no ha, siquiera, ensayado una explicación, menos una disculpa, por el desmadre que su decisión provocó en numerosos aeropuertos de todo el país. Tampoco lo han hecho el presidente Pedro Castillo –que ayer solo apareció en medio de la cobertura mediática de la tragedia de una menor de edad secuestrada y ultrajada por un depravado en Chiclayo–, ni el jefe del gabinete Aníbal Torres. Se tomaron, muy en serio, los feriados de Semana Santa.
Camino a la Censura
Ante esta indiferencia y desidia, el vocero de la bancada Avanza País, José Williams, en declaraciones a Perú21, informó que promoverá la presentación de una moción de censura contra la titular de Trabajo e incluso dejó la puerta abierta para su eventual destitución.
Ante esta indiferencia y desidia, el vocero de la bancada Avanza País, José Williams, en declaraciones a Perú21, informó que promoverá la presentación de una moción de censura contra la titular de Trabajo e incluso dejó la puerta abierta para su eventual destitución.
El legislador cuestionó la decisión de Chávez de autorizar una paralización de controladores aéreos en plena conmemoración de la Semana Santa, que es cuando se registra un mayor tráfico de turistas nacionales y extranjeros, y advirtió que lo ocurrido el jueves evidencia no solo la falta de criterio, sino de coordinación interministerial en el Ejecutivo.
No descartó que, debido a la gravedad de la situación, la interpelación pueda derivar en una censura a Chávez “porque no es el primer error que comete y este último ha colmado las cosas”, y, en ese contexto, se mostró escéptico respecto a la posibilidad de que la también congresista oficialista renuncie al cargo. El vocero de Renovación Popular, Jorge Montoya, por su parte, refirió que la incapacidad demostrada por Chávez y la toma de decisiones “improvisadas” ameritarían su interpelación.
Renuncia, ya
Otros parlamentarios como el no agrupado Carlos Anderson, sin embargo, reclamaron la renuncia de la titular de Trabajo. “Una renuncia es tomar conciencia de esta tremenda falta que ha causado daño a miles de personas simplemente por incompetencia o por posición ideológica. La verdad es que hay que ser ciego para aprobar una huelga justo antes de Semana Santa, era condenar a miles de personas al caos que han vivido; ahí hay indolencia”, criticó. Además, anotó que la actitud de Chávez de no comunicar lo que ocurría a sus colegas del gabinete ha sido “un acto de absoluta soberbia”.
Tenga en cuenta
La vicepresidenta del Congreso, Lady Camones, también le reclamó a Chávez su renuncia. “Ocho mil turistas indignados por la pésima imagen del Perú gracias a su desacertada decisión; (…) reflexione”, la emplazó.
“Cuando se cometen errores de esta naturaleza, en otros tiempos ha ameritado una renuncia por una cuestión de principios y responsabilidad política, pero ella no va a renunciar”, acotó Williams.