La vida del hoy preso expresidente Alejandro Toledo Manrique está plagada de excesos, mentiras y traiciones. Ayer se reveló un capítulo especial es la historia de su falso secuestro, que él mismo inventó para pasar 48 horas con cinco mujeres y consumir clorhidrato de cocaína y psicofármacos y licor.
Octubre 16 de 1998. El mayor Salomón Mita Curay, de la División de Secuestros, recibe una llamada del presidente de ESAN, Alfredo Novoa, diciendo que era posible que el candidato presidencial haya sido secuestrado “porque no se presentó a la conferencia que tenía programada para las 11 de la mañana de ese día.
Alfonso Misha y Salomón Mita precisaron que ellos fueron culpados del supuesto secuestro de Alejandro Toledo, donde ellos habrían obligado a ejecutar escenas obscenas y filmarlo, drogarlo, robándole dinero de su tarjeta para hacerlo parecer que era de consumo propio.
Han pasado 18 años del hecho y después de ser víctimas de amenazas y hasta de haber sido acusados de haber sido ellos los que planearon el secuestro, hasta ahora no han sido reivindicados ante la institución policial y la sociedad.
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