Tres familias conformadas por 25 personas se encerraron en una vivienda para esperar el fin del mundo producto de la segunda llegada de Jesucristo en Isabel López, una población ubicada en el departamento caribeño Atlántico, en Barranquilla.
Dicho grupo llego al inmueble a fines de diciembre por órdenes de un pastor identificado como Gabriel Alberto Ferrer Ruíz, quién hizo que las personas renuncien a sus empleos y que vendan todas sus pertenencias porque “ya no van a necesitar esos bienes materiales”, ya que el fin del mundo iba a producirse el pasado jueves 28 de enero.
“Ya está a punto de manifestarse el poder de la resurrección de Cristo en los que murieron creyendo en Él, y se manifestará la vida eterna, la victoria sobre la muerte que ha aquejado al hombre durante estos seis mil años en que ha estado sobre esta Tierra, sobre la cual pesa la maldición del pecado”, expresó Ferrer en su carta de dimisión como profesor de lingüística.
Esta situación alarmó a los vecinos de Isabel López, quiénes temieron que se pueda dar un posible caso de suicidio masivo, teniendo en cuenta que en las afueras de la vivienda se colocaba un cartel con el conteo regresivo de los días que hacían falta para “la segunda llegada de Cristo”.
Esto provocó que la Policía tenga que acudir al lugar para poder verificar el estado de los residentes y se dieron con la sorpresa de que los niños se estaban viendo sometidos a realizar ayuno; sin embargo, también aclararon que las familias se encontraban ahí por voluntad propia.
Asimismo, indicaron que dicha agrupación religiosa no estaba violando ninguna norma por lo que les permitieron seguir congregados. No obstante, no descuidaron en ningún momento a la comunicad para evitar que se produzca algún tipo de suceso lamentable.