La Asociación Nacional de Salas de Cine (Anasaci), se mostró en desacuerdo con el protocolo dispuesto por el Gobierno para que puedan reiniciar sus operaciones y advirtieron que esta medida podría llevarlos a la quiebra, pues indicaron que prohibir el consumo de alimentos y bebidas “hace inviable el negocio del cine”.
Como se recuerda, el protocolo prohíbe el consumo de alimentos y bebidas en salas de cine. Además, limita el aforo por el distanciamiento mínimo de 2 metros entre butacas ocupadas.
“Bajo estas condiciones reabrir los cines no es sostenible para ninguna cadena. No solo porque con esta restricción de distancia el aforo se reduce a menos de un 25%, sino también porque esta industria no se puede sustentar sólo con la venta de entradas”, indicó Mónica Verdeguer, presidenta del gremio.
Asimismo, pidieron que el aforo en las salas de cine sea elevado al 50%. Además, apunta que el riesgo de contagio es reducido cuando los usuarios ingieren alimentos durante las funciones, pues “se encuentran en silencio, no interactúan, mantienen la mirada al frente, sin movimiento. Los espectadores permanecerán con sus mascarillas y solo se la retirarán para comer”.
Sin embargo, no explicaron qué medidas se tomarían para evitar que el público se ría o grite durante la emisión de alguna película de comedia o terror.
El gremio anotó, por otro lado, que el modelo de negocio del cine no se sustenta con la venta de entradas, pues el valor de estas se reparte entre varios actores: 50% para el distribuidor de la película, 10% de impuesto municipal a espectáculos públicos, y 18% de IGV.
“Con el ingreso remanente, las cadenas de cines deben cubrir tanto sus costos operativos. Sin la venta de alimentos y bebidas, esta estructura de costos es insostenible para las cadenas de cines”, puntualizó.