El sol peruano se ha convertido en una de las monedas más fuertes y estables de la región, frente a la depreciación de otras divisas como el peso argentino, el peso colombiano o el real brasileño. Según el ranking de divisas que elabora la agencia Bloomberg, el sol es la segunda moneda latinoamericana que mejor se ha comportado frente al dólar en 2022, solo superada por el peso chileno.
¿A qué se debe este buen desempeño del sol? Según los expertos, hay varios factores que explican la fortaleza de la moneda peruana, entre ellos: el manejo prudente de la política monetaria por parte del Banco Central de Reserva (BCR), que ha mantenido una inflación baja y controlada; el superávit comercial y fiscal del país, que le ha permitido acumular reservas internacionales y reducir su deuda externa; y la confianza de los inversionistas en la economía peruana, que ha atraído flujos de capitales extranjeros.
Sin embargo, no todo es positivo. El sol también se ha apreciado frente a otras monedas como el euro o la libra esterlina, lo que afecta la competitividad de las exportaciones peruanas. Además, el BCR ha tenido que intervenir en el mercado cambiario para evitar una mayor apreciación del sol, lo que implica un costo fiscal y un riesgo de sobreendeudamiento en dólares. Por otro lado, el sol podría verse afectado por factores externos como la volatilidad del precio del cobre, la principal exportación del país; o por factores internos como la incertidumbre política o social.
Por lo tanto, el sol peruano no es el nuevo dólar de Latinoamérica, sino una moneda que refleja los fundamentos macroeconómicos del país, pero que también enfrenta desafíos y riesgos. El reto para las autoridades es mantener el equilibrio entre la estabilidad cambiaria y la competitividad externa, así como diversificar la economía y fortalecer las instituciones.