Cristiano Ronaldo dejó la cancha entre lágrimas. Las cámaras de la transmisión mostraron a un desconsolado jugador, tras eliminación de Portugal ante Marruecos, en el Mundial Qatar 2022.
La selección de Marruecos agrandó su histórica participación en Qatar 2022 al completar otra nueva sorpresa, esta vez en los cuartos de final ante Portugal para dar por concluido el sueño de gloria mundialista de Cristiano Ronaldo, y meterse de forma absolutamente inesperada en las semifinales, hito por añadido para el fútbol africano.
Esta selección de Marruecos es un auténtico acorazado, sin apenas vías de agua. Impermeable. No es casualidad que sea el equipo que menos goles ha encajado. Es fruto del trabajo constante de sus hombres, de su solidaridad y concentración.
Aunque Portugal trató de encontrar soluciones con balones largos a los costados, principalmente al izquierdo con Raphael Guerreiro y Joao Felix, o retrasando a Bruno Fernandes para ayudar a Ruben Neves en la elaboración, o buscando entre líneas a Otavio y Bernardo Silva, no tuvo manera. No encontró el camino para conectar con Gonçalo Ramos, el héroe de Lusail con su histórico triplete, que volvió a ser titular en detrimento de Cristiano Ronaldo, otra vez de inicio en el banquillo.
Cristiano buscó, pero no encontró. Se desesperó al ritmo que sus compañeros no le encontraban y sus rivales le secaban. Ni el ‘7′ de Madeira, ni Joao Felix, menos activo con el paso de los minutos, ni Rafael Leao. No había soluciones. Vitinha, Bernardo Silva, Bruno Fernandes no encontraron ni el hueco ni el momento preciso para concretar.
El partido acabó siendo una misión de supervivencia de Marruecos, como lo había sido ante España, para liquidar a una Portugal al que le pasó lo mismo pero que ni siquiera pudo alcanzar la prórroga ni los penaltis por el vuelo sin motor de En Nesyri y el derroche sin límite de todo el equipo.