El Bayern Munich no da licencias. La máquina de Hansi-Flick demostró por qué está preparado para dominar Europa al aplastar sin atenuantes a un Barcelona al que le expusieron las costuras y cuya ilusión apenas duró unos minutos.
En un arranque frenético, Thomas Muller abrió la lata luego de una combinación con Lewandowski y un bombazo para superar a Ter Stegen. El Barcelona reaccionó a partir de Alba, que pisó área contraria, buscó a Luis Suárez, pero Jordi Alba se interpuso y la acabó metiendo en su arco.
El Barcelona demostraba que el Bayern Múnich era vulnerable, pero fue no más que una ilusión. El campeón alemán frunció el sueño, hizo andar la maquinaria y sentenció las opciones de su rival en la primera parte.
Ivan Perisic, Serge Gnabry y Thomas Muller se dieron un festín a costa de las ventajas que encontraron sus compañeros y las lagunas de sus rivales en defensa.
El 4-1 al final de la primera parte ya era sentenciante. La cara desencajada de Lionel Messi durante su ruta a los camerinos confirmaba la pesadilla, pero todo se prolongó a la vuelta del descanso cuando el Barcelona se ilusionó con la remontada.
Con Antoine Griezmann, Barcelona sumó otro argumento para acortar distancias. Luis Suárez se inventó golazo y la diferencia se achicaba ante un Bayern Múnich volvió a sacar su modo apisonadora para decretar la derrota más humillante en la carrera de Lionel Messi.
Alphonso Davies, la locomotora canadiense, destruyó a Semedo por banda derecha y le sirvió el quinto gol de Kimmich.
Si aquello el marcador abultado no fuese suficiente, lo que le faltaba al Barcelona era que un jugador suyo se haga un festín a costa de defensa. Philippe Coutinho ingresó a falta de un cuarto de hora, le sirvió un gol a Robert Lewandowski y selló la paliza con un doblete.
A la espera del ganador del Manchester City vs Lyon, el Bayern Múnich rebosa confianza en busca de su gran objetivo: ganar la Champions League luego de siete años.