Un hincha de Alianza Lima decidió apostar 10 mil soles a favor de su equipo, confiando en que lograría el tricampeonato. La casa de apuesta pagaba 1.81 soles, lo que significa que el aficionado pudo haber ganado S/ 18,100 si Alianza hubiera sido el campeón. Sin embargo, el resultado fue adverso y el hincha perdió todos sus ahorros en menos de un día.
La apuesta fue publicada en redes sociales y se viralizó rápidamente, generando burlas y comentarios de los usuarios. Algunos le recomendaron que no se desanime y que siga apoyando a su equipo, mientras que otros le dijeron que fue muy imprudente y que debió ser más cauteloso.
Lo cierto es que el hincha de Alianza Lima se quedó en la ‘quiebra’ tras perder la apuesta, mientras que los hinchas de Universitario celebraron por todo lo alto el título de la Liga 1.
Universitario se consagra campeón de la Liga 1
La fiesta fue crema en el Estadio Alejandro Villanueva. Universitario de Deportes se coronó como el campeón de la Liga 1 al derrotar a Alianza Lima por 2-0 en el partido de vuelta, con goles de Edison Flores y Horacio Calcaterra. El equipo dirigido por Jorge Fossati se impuso con un resultado global de 3-1 y celebró su estrella Nº27 en el fútbol local, ampliando su ventaja como el máximo ganador a nivel nacional.
El partido empezó con un gol tempranero de la U, que aprovechó un centro de Andy Polo desde la derecha para que Flores solo tuviera que empujar el balón al fondo de la red. El delantero crema tuvo otra oportunidad minutos después, pero el arquero Ángelo Campos evitó el segundo tanto.
Alianza Lima intentó reaccionar en el segundo tiempo con los ingresos de Gabriel Costa y Bryan Reyna, pero no pudo generar peligro en el arco rival. Universitario se defendió bien y liquidó el encuentro a los 81 minutos, con un potente remate de Calcaterra desde fuera del área que se coló en el ángulo superior derecho de Campos.
La alegría fue completa para los cremas, que volvieron a ser campeones después de diez años de sequía. Por el contrario, la tristeza invadió a los blanquiazules, que no solo vieron a su rival levantar el trofeo, sino que también perdieron una singular apuesta.
