El gobierno de Pedro Castillo destituyó al teniente general Vicente Tiburcio antes de que cumpliera los cuatro meses en el cargo. Ahora lo reemplazará Luis Alberto Vera Llerena.
Tiburcio venía desempeñando una buena labor. Durante su gestión se logró la captura de algunos integrantes –prófugos– de Los Dinámicos del Centro, dirigentes del partido oficialista Perú Libre. Además, respaldó el trabajo de oficiales especializados de la PNP como el jefe de la Dircote, Óscar Arriola, a quien Vladimir Cerrón lo atacó después de que el oficial revelara que su unidad pidió su detención por vínculos con el terrorismo.
El general también se enfrentó al premier Aníbal Torres, quien dijo a una radio internacional que la “Policía del Perú es deficiente”.
Todas estas situaciones no eran del agrado de Palacio de Gobierno. Pero el detonante fue la insistencia de la Policía para que se ordene la captura internacional del sobrino mayor de Pedro Castillo, Fray Vásquez Castillo, y Bruno Pacheco, exmano derecha del presidente, según refieren fuentes de alto nivel consultadas por este diario.
Vicente Tiburcio fue uno de los integrantes del Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) que permitió la captura del genocida Abimael Guzmán, cabecilla del grupo terrorista Sendero Luminoso.
¿Pedro Castillo protege a su sobrino y Bruno Pacheco?
El inicio del fin de la carrera de Vicente Tiburcio empezó el 27 de abril pasado. Desde Palacio creen que fue el principal responsable de impulsar la orden de localización, ubicación y captura a nivel internacional de los prófugos presidenciables por parte de la Interpol.
Y es que el despacho de la fiscal Karla Zecenarro se basó en dos informes de la Policía Anticorrupción para solicitar ante el juez Manuel Chuyo la alerta roja.
Los elementos presentados por la PNP alegaban que “los citados podrían haber fugado hacia el exterior del país”. Al magistrado no le quedó más opción que emitir –el 13 de mayo– la orden. Esta fue inmediatamente registrada por la Policía en el sistema de notificaciones I-link de la Interpol. Esta plataforma permite que todos los países miembros se enteren, casi a tiempo real, de la necesidad de detener a los fugitivos.
Para el exministro del Interior, Carlos Morán, “es inconcebible que un gobierno –que ni siquiera cumple un año de gestión– haya relevado a tres jefes de la PNP. Es un golpe a la institución porque el cargo normalmente dura dos años, pero cuando se cambia, permanentemente, hay una desmoralización en las fuerzas”.