La enfermera que fue violada y brutalmente agredida por sus compañeros de trabajo en Ayaviri, Puno, será trasladada a Lima para recibir atención médica especializada, ya que se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos. Sin embargo, la familia de la víctima exige justicia y ha denunciado que se están desapareciendo pruebas.
La joven madre de tres hijos fue encontrada en la habitación de uno de los dos detenidos, identificados como Renato Francisco Quispe Ramos (26) y Dino Álvarez Limahuay (30). Ambos se han negado a declarar.
El tío de la víctima ha denunciado que el primer médico que la atendió minimizó su estado y que los agresores habrían intentado descuartizarla. Además, ha advertido que se están desapareciendo pruebas y que él y su familia estarían siendo amenazados por exigir justicia.
La comunidad de Ayaviri y de todo el país exige a las autoridades que se realice una investigación exhaustiva y se castigue a los responsables de este horrendo crimen. La violencia contra las mujeres no puede seguir siendo tolerada en ninguna parte del mundo.