Durante el último año, la migración venezolana al Perú creció a un ritmo acelerado. La Organización Mundial para las Migraciones para las Naciones Unidas (OIM) estima que, para finales del 2019, habría cerca de un millón de venezolanos residentes en el país.
El ingreso de inmigrantes por el Centro Binacional de Atención en Frontera (Cebaf) Tumbes –principal punto de entrada– se agudizó desde el 15 de junio con la exigencia de requisitos como el pasaporte o la visa humanitaria. A la fecha, solo se han emitido 83 de estas últimas en consulados del Perú en Venezuela, Colombia y Ecuador.
Frente a este escenario, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) presentó ayer los resultados de la primera Encuesta Dirigida a la Población Venezolana que Reside en el País (Enpove) 2018. El estudio muestra las características, carencias y capacidades de los venezolanos que viven en el Perú.
La encuesta abarcó a unos 10 mil venezolanos residentes en Lima Metropolitana, Callao, Tumbes, Trujillo, Arequipa y Cusco, ciudades que en conjunto albergan al 85% de los migrantes.
Las principales revelaciones de la encuesta están en la condición migratoria. El 76,8% de los venezolanos residentes ingresó al país en el 2018, mientras que el 19,6% en el 2017 y el 3,6% restante en años anteriores.
Asimismo, 3 de cada 4 venezolanos ingresaron con pasaporte vigente, mientras que el 24,7% utilizó cédula o partida de nacimiento. Cerca de la mitad de residentes tiene o está tramitando el permiso temporal de permanencia [ver infografía].
El estudio refleja también las carencias en rubros como la salud y vivienda. Nueve de cada 10 encuestados no accede a ningún sistema de aseguramiento y el 34,5% de los que se enfermaron optó por automedicarse.
La mayor parte de los inmigrantes pertenece a la población económicamente activa (71,8%), pero la mayoría labora en condiciones adversas.
Si bien el 93% de los mayores de 15 años cuenta con un empleo –principalmente en servicios–, solo el 11% tiene un contrato formal y acceso a beneficios laborales.
El salario promedio de los venezolanos ocupados es de S/1.116, cifra que está por encima de la remuneración mínima vital (S/930), pero que no alcanza para costear el valor de la canasta básica familiar de consumo (S/1.376).
Fuente: Diario El Comercio