Simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro lograron vencer este domingo las barreras de seguridad establecidas por las Fuerzas Armadas de Brasil y llegaron al edificio del Congreso de Brasil, el palacio presidencial y la sede de la Corte Suprema.
En este momento los tres principales edificios gubernamentales han sido despejados de manifestantes, informó la policía en la noche del domingo, según CNN Brasil. Al menos 400 personas han sido arrestadas, indicó Ibaneis Rocha, gobernador del Distrito Federal.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo en la noche del domingo que se encontraba en el lugar de los hechos.
“Los golpistas que promovieron la destrucción de bienes públicos en Brasilia están siendo identificados y serán sancionados. Mañana retomamos labores en el Palacio del Planalto. Siempre Democracia. Buenas noches”, publicó Lula en Facebook.
Horas antes, Lula da Silva, en conferencia de prensa desde Araraquara, Sao Paulo, calificó de “bárbaros” los hechos ocurridos en Brasilia y calificó de “fascistas” a los manifestantes a favor de Bolsonaro que irrumpieron en los edificios gubernamentales.
“Estas personas son todo lo abominable de la política, para invadir la sede del gobierno, la sede del Congreso y la sede de la Corte Suprema como verdaderos vándalos destruyendo todo a su paso”, dijo Lula da Silva.
Varias horas después desde que la turba invadió la sede del Congreso en Brasilia, el expresidente Jair Bolsonaro habló sobre los hechos.
“Las manifestaciones pacíficas, dentro de ley, son parte de la democracia. Sin embargo, las depredaciones e invasiones de edificios públicos como las ocurridas hoy, así como las practicadas por la izquierda en 2013 y 2017, escapan a la regla”, dijo el exmandatario en Twitter.